Según los expertos de análisis de software Crittercism, el nuevo sistema operativo del iPhone (iOS 8) tiene un 78% más de defectos de software que le hacen derivar en cuelgues, reseteos y conflictos de aplicaciones que el sistema operativo precedente, el iOS 7. En cuanto a las aplicaciones, desde Zdnet especifican que puede que sea posible ejecutar aplicaciones antiguas de una manera normal y sin actualizar, pero que en todo caso cuantas más aplicaciones sin actualizar posea el usuario, más se incrementa el peligro de conflictos con el sistema operativo.
No obstante el echarle la culpa al software del dispositivo para echar balones fuera es muy habitual en Apple, quienes siempre aconsejan que junto con el sistema operativo se instalen las versiones nuevas de las aplicaciones que tengamos porque no garantizan que sus sistemas operativos (sean móviles o de escritorio) sean compatibles con programas anteriores (lo que se conoce como retrocompatibilidad). El problema viene cuando ese programa ha sido abandonado por sus desarrolladores o no posee versión actualizada para trabajar con los sistemas operativos más recientes.
| Redacción: Revista Moviles
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