Parece que fue ayer, pero han pasado ya nada menos que trece años desde aquellos primeros modelos de los 2000. Por aquél entonces se asombraban de tecnología como el GSM Dual, o los primeros móviles con función de vibración. Sí, nada de eso era estándar. De hecho, incluso los MMS aún no habían aparecido.
Este reportaje que hemos rescatado de una popular revista de aquella época nos da una buena idea de lo que significaba entonces el teléfono móvil, de la libertad que nos otorgaba y las enormes posibilidades que, gracias a este pequeño "aparatito", se abrían ante nosotros.
¿Quién no recuerda el Ericsson T10? (Sí, Ericsson sin Sony, el fabricante sueco era uno de los más populares de entonces), o de las primeras carcasas intercambiables, o de los móviles "a pilas" de Alcatel (que también se vendían como churros). A trece años vista podemos observar que las cosas han cambiado muchísimo. Muchas de las marcas más populares de entonces se debaten entre el cierre (si es que no han cerrado ya) o la aparición anecdótica en los catálogos (como la mencionada Alcatel, una de las más famosas de esos años).
Aún nos tenían que explicar qué era el "efecto memoria" (las baterías de Litio eran un lujo carísimo en esos tiempos, la mayoría de los móviles llevaban baterías de Níquel, NiMH), el uso de los mensajes cortos (los SMS, desconocidos para muchos y, de hecho, en los primeros años eran gratuitos), y un largo etcétera.
En el mercado casi ningún modelo era polifónico, y la mayoría de clientes eran de prepago. Y hablando de tarifas, también puedes comparar las tarifas de entonces y las de ahora. Como ves, es en ese aspecto donde menos ha cambiado la telefonía. Y es que si algo se ha mantenido invariable en todo este tiempo es la ambición de las compañías telefónicas, ávidas por exprimir al cliente hasta la extenuación. Exceptuando la tarificación por segundos, y eso porque les tuvieron que obligar por ley expresa. De lo contrario aún seguirían cobrando por tramos de llamada.
| Redacción: Revista Moviles
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